El dispositivo denominado "KIZUNA" será utilizado para mejorar el envío de información, a través de la web, a zonas montañas y remotas de Asia
Japón lanzó el sábado un satélite experimental de comunicaciones, como parte de un ambicioso programa espacial que podría mejorar la velocidad de acceso a
internet en zonas remotas de su territorio y otros lugares de Asia.
El cohete H-2A que transporta al satélite de comunicaciones "KIZUNA" de 2,7 toneladas despegó a las 0855 GMT desde la pequeña isla de Tanegashima, cerca de 1.000 kilómetros al sur de Tokio.
El lanzamiento había sido brevemente retrasado luego de que una embarcación se extraviara en aguas restringidas. El KIZUNA, equipado con tres antenas que apuntan hacia Japón, el sureste de Asia y regiones del Pacífico, es también conocido como la prueba de ingeniería de conexión entre redes, o WINDS.
El satélite geoestacionario será usado para realizar experimentos con grandes volúmenes de información a alta velocidad en montañas y zonas remotas, que poseen poco acceso a internet.
Los científicos de Japón afirman que el lanzamiento del satélite de 52.200 millones de yenes (490 millones de dólares), ayudará al país a construir una de las redes de información y telecomunicaciones más avanzadas del mundo. El despegue se produce 12 años después de comenzado el proyecto, que tardó debido a problemas técnicos relacionados con los vehículos de lanzamiento.
"El (proyecto) WINDS ayudará a desarrollar una sociedad sin brechas digitales donde todos podrán disfrutar de acceso a internet de alta velocidad por igual, sin importar donde vivan", sostuvo un funcionario de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón.
internet en zonas remotas de su territorio y otros lugares de Asia.
El cohete H-2A que transporta al satélite de comunicaciones "KIZUNA" de 2,7 toneladas despegó a las 0855 GMT desde la pequeña isla de Tanegashima, cerca de 1.000 kilómetros al sur de Tokio.
El lanzamiento había sido brevemente retrasado luego de que una embarcación se extraviara en aguas restringidas. El KIZUNA, equipado con tres antenas que apuntan hacia Japón, el sureste de Asia y regiones del Pacífico, es también conocido como la prueba de ingeniería de conexión entre redes, o WINDS.
El satélite geoestacionario será usado para realizar experimentos con grandes volúmenes de información a alta velocidad en montañas y zonas remotas, que poseen poco acceso a internet.
Los científicos de Japón afirman que el lanzamiento del satélite de 52.200 millones de yenes (490 millones de dólares), ayudará al país a construir una de las redes de información y telecomunicaciones más avanzadas del mundo. El despegue se produce 12 años después de comenzado el proyecto, que tardó debido a problemas técnicos relacionados con los vehículos de lanzamiento.
"El (proyecto) WINDS ayudará a desarrollar una sociedad sin brechas digitales donde todos podrán disfrutar de acceso a internet de alta velocidad por igual, sin importar donde vivan", sostuvo un funcionario de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón.
Fuente: Reuters
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