¿Computadoras capaces de distinguir diferentes olores de aquí en nueve meses? Es lo que asegura puede hacer una pequeña empresa ubicada en el Silicon Valley de San Francisco, con la ayuda de los chips gráficos de la firma Nvidia.
Saludyciencias.com.ar - Esto sería posible gracias al desarrollo de una máquina que imita la forma en la que seres humanos y animales diferencian unos olores de otros.
De llevarse a cabo, la computadora podría ser utilizada por los bomberos para detectar sustancias químicas peligrosas, o por la policía para monitorear el interior de contenedores. La idea es que el dispositivo pueda reconocer químicos peligrosos o revisar los contenedores en busca de drogas y bombas.
Los embarques que llegan a todos los puertos del país no pueden ser inspeccionados por perros para detectar drogas, bombas o toxinas, porque no hay suficientes perros en el mundo, le comentó a Bloomberg el fundador de Evolved Machines, Paul Rhodes.
Los modelos sensoriales producidos por olores parecidos se superponen, tanto en los sistemas sensoriales tanto biológicos como artificiales, pero los objetos asociados deben ser identificados de una manera confiable.
En el dispositivo de Evolved Machines, los datos sensoriales de 100 compuestos orgánicos diferentes son recodificados en un conjunto de 1.000 neuronas, cada una con 30 ramificaciones no lineares.
Las representaciones neurales resultantes son leidas por otras unidades de lectura (justamente). La superposición entre los vectores sensoriales en bruto son cruzados con esta información, y es a partir de aquí que surge la identidad del aroma.
“Esta tecnología es el fundamento de una línea de productos basados en el procesamiento neural de datos sensoriales vinculados con los olores. Y a futuro será también la línea fundacional de un sistema de reconocimiento visual desarrollado por nosotros.”
El desafío que debe enfrentar este dispositivo (o, más apropiadamente dicho, sus creadores) es identificar los diferentes olores aún filtrando el viento y otros aromas.
Para lograrlo, el software que lo alimenta está siendo diseñado para imitar la manera en que el cerebro humano aprende a partir de la experiencia.
“El proceso de síntesis de dichos sistemas, el hecho de tener que correrlos una y otra vez, la necesidad de entrenarlos, exigen una tremenda capacidad de computación”. En ese sentido, Rohdes asegura que el programa informátio es capaz de aprender en 16 horas lo que a un bebé le lleva tres meses de asimilar.
El dispositivo muestra una nueva aplicación de los procesadores gráficos, que se utilizan para mostrar imágenes en los ordenadores y consolas de videojuegos. Los chips están diseñados para procesar simultáneamente varias órdenes y permiten mejorar el aprendizaje de los ordenadores.
Rhodes asegura que los microchips de la compañía Nvidia corren su software 100 veces más rápido que los procesadores para propósitos generales de la firma Intel. Y espera que su pequeña y mediana empresa (conformada por tan sólo 5 personas tenga listo su primer prototipo comercial en no más de 9 meses).
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