SYDNEY (AUSTRALIA).- Un tribunal de Nueva Zelanda acusó al ciudadano neozelandés de 18 años Owen Thor Walker, que fuera blanco de una investigación internacional, de varios delitos de 'piratería' informática.
Walker fue detenido el pasado noviembre en una operación conjunta de las policías de Nueva Zelanda y Holanda, junto con agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos y de la Oficina Federal de Investigación norteamericana (FBI).
En la primera vista del juicio que se celebra en un tribunal de la localidad de Whitianga, Walker fue acusado de estar en posesión de programas informáticos para cometer delitos, causar daños o interferir en sistemas computerizados, y acceder a sistemas informáticos sin autorización.
Según la investigación, este joven programador informático, que en la Red se identificaba como 'Akill', integraba un grupo de piratas que desarrollaron varios tipos de virus informáticos y correos basura que afectaron a más de 1,3 millones de usuarios.
El jefe del departamento de delitos informáticos de Waikato, Peter Devoy, indicó a la televisión neozelandesa que "sólo unas pocas personas de las que cometen este tipo de delitos son juzgadas, por ello este caso tendrá implicaciones internacionales".
Tras ser detenido e interrogado el pasado noviembre, Walker fue puesto en libertad.
El FBI estima que el valor de los daños causados por las actividades de Walker, fue de unos 20 millones de dólares (13,2 millones de euros).
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