El acoso escolar a través de nuevas tecnologías como el teléfono móvil o internet ha aumentado significativamente según la asociación "SOS Bullying", que ha visto cómo las personas que les comunican estos casos de "ciberbullying" pasaron del 6 por ciento en 2006 al 32,2 por ciento en 2008.
El acoso a través de mensajes de móvil vejatorios es la práctica más corriente de "ciberbullying" según los registros de la organización, que atiende cerca de nueve mil llamadas al año, de las cuales en torno a un 88 por ciento denuncian casos de acoso escolar de diferente intensidad, declaró a Efe el coordinador de la organización, Ferrán Barri.
Las páginas web, los blogs, el correo electrónico, las fotos digitales o los envíos en red son otros de los mecanismos utilizados para humillar, explicó Barri durante unas jornadas organizadas por la Fundación Antena 3.
Los chavales acosadores están más informados ahora y van con más cuidado, por lo que, en muchas ocasiones, en vez de mandar vídeos humillantes para sus víctimas a otros móviles, los cuelgan en internet desde "cibercafés" para que "no les pillen", añadió el doctor.
Antes se pasaba en clase el papel con la caricatura del acosado, ahora se cuelgan en la red fotos digitales más o menos retocadas, afirmó Barri.
Las nuevas tecnologías están llegando a los menores con dispositivos que les han proporcionado sus padres, que pueden tener usos "fantásticos", pero que no cuentan siempre con los filtros necesarios, declaró.
La persecución hacia los acosados se inicia en el centro educativo, pero se extiende al barrio y al ciberespacio.
También han aumentado los casos de acoso con connotaciones racistas de los que la organización tuvo noticia en 2008 y que son sufridos sobre todo por niños marroquíes y latinoamericanos (supusieron un 5,3 por ciento de los casos de acoso), y los de hostigamiento "homofóbico" o "transfóbico" hacia niños que no tienen muy clara su sexualidad (un 2,4 por ciento de los casos).
Barri afirmó que muchas administraciones intentan minimizar el problema, acallar a expertos independientes y confiar en otros oficiales que niegan sin datos suficientes algunos estudios que estiman en más del 20 por ciento el porcentaje de alumnos que sufre algún tipo de acoso.
Los casos que se detectan son los más asentados y puede que a esos se refieren los porcentajes a veces generados por las administraciones del 4 ó 5 por ciento del alumnado.
Es necesario reeducar a los niños maltratadores e involucrar obligatoriamente a sus padres en el proceso, concluyó Barri.
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